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Ilustración publicada en Una Idea Mucho Arte (mayo) y en el blog De mis bocetos y los vuestros Prosa no apta para niños
- Hay paraguas color azul que trasparentan las gotas de lluvia. Hay ocasiones en la vida que cogemos paraguas de vivos colores para filtrar nuestra amargura, para enmudecer el hastío de los días grises y las nubes sin forma. Hay otros momentos en que los conducimos por senderos equivocados, allí donde no amenaza tormenta. - y Rosalinda respiró para tomar aire, y continuó diciendo - Estas bellas sentencias pertenecen a la escritura de un dramaturgo inglés a quien todos deberéis conocer y memorizar para mañana.
Al día siguiente, Nora paseaba tranquilamente con el paraguas de mamá por mitad de la calzada camino del colegio, y su hermano corría a su lado protestando:
- ¿Quieres decirme qué te ocurre?, ¡siempre traemos el paraguas de papá que es más grande y nos tapa a los dos!
- No Pablo, ese es de color azul, y el mío tiene que hacerme feliz, que estoy muy necesitada de alegrías desde que mamá se fue.
- ¿Y por eso tenemos que ir por la calzada jugándonos el pellejo?
- Voy hacia ella Pablo, tú si quieres vete por la acera. Este es el camino que me llevará con mamá ¿no ves esa tormenta que se acerca a lo lejos?
- ¿Cuál? , contestó Pablo mirando un camión de reparto de leche que aceleraba a gran velocidad de frente a ellos.
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Anotación del día anterior en el cuaderno de Paula : Hay paraguas cuyas varillas se doblan cuando hace mucho viento.