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| Imágen de Fernando Valls |
Leí los viajes recopilados por Fernando Valls
en su Nave de los Locos,
y como a veces
me encanta escribir crónicas
de mis pequeños viajes,
le envié una mini-aventura a cerca de UNA OLA que amenazó
con malograr nuestra pequeña embarcación, pero :
¡¡ en su NAVE estamos a salvo !!
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| Cala FUSTAM |
Os recomiendo la visita, especialmente no por lo que yo haya escrito,
sino por todo lo que Fernando Valls publica.
En esta ocasión podéis leer
mi pequeña aportación :
mi pequeña aportación :
¡¡ Gracias Fernando !!
:)
Muy bonita la historia y muy bonita la cala. ¡Vaya refugios veraniegos mas bonitos!.
ResponderEliminarMuchas gracias Javierete.
Eliminar¡Más que refugios son lugares dignos de ser admirados, al menos una vez en la vida!
Un abrazo.
Una belleza. De allí vengo.
ResponderEliminarBesos marinos.
Hola Lola. Al menos es algo más relajante que tu apasionante viaje trotero de un día en Praga. ;)
EliminarCreo que tu guía ... la sargento de hierro que nos contabas, se merecería un descanso en estas aguas.
Besos terrestres.
Envidia me das: cómo escribes, cómo navegas y lo jovencita que eres, y repito lo dicho allí:
ResponderEliminarLaura, que bien lo has contado. Siempre deseé hacer ese tipo de viaje: ver la costa desde el mar, pero chica, soy de secano. Enhorabuena por navegar doblemente: mar y La Nave.
Se cruzó un comentario. Si lees mi respuesta ..navega un poco más abajo. ;)
EliminarEstupenda manera de narrar y fotografiar el encuentro de un paraíso.
ResponderEliminarDe todos modos, como mujer mediterránea y esposa de un capitán de barco, te recomiendo que no confíes demasiado en las apariencias tranquilas de este mar y sí en lo que te recomienden los expertos. Al Cantábrico lo ves venir, al Mediterráneo, no.
Un beso
¡Vaya Ana!, bienvenida otra vez a este lugar. Nada menos que ....¡esposa de un capitán de barco!. Gracias por la recomendación, creo que es muy valiosa tu apreciación y la tendré en cuenta si hubiese una próxima vez ;).
EliminarAunque no divisamos el peligro real, creo que tienes mucha razón : ejem ..., nadie navegaba..., ¡spluinchfg!
Un beso desde mi tierra.
Bueno, bueno ...para alquilar la barca de goma no pedían credenciales de procedencia ¡daba igual que fueras de secano, de olivo, o de madreselva!. Ni siquiera un triste carnet de "algo" que acreditara que tienes raciocinio en alguna cuestión de la vida.
ResponderEliminarYo creo que la próxima vez que te acerques de las costas del mediterráneo (cantábrico y atlántico los excluyo por cuestiones obvias) debieras atreverte a ser ¡¡capitán por un día!!. De verdad: lo aconsejo a todo aquel que desee ver la costa desde el mar. ¡Es fantástica, distinta, sugerente, idolatrante!.
Muchísimas gracias y abrazos por tu comentario, Ximens, y que conste ...que yo soy de llano. De la llanada alavesa ...no lo olvides.
Para una cita con la naturaleza y el mar en estado puro merece la pena arriesgarse en una aventura. He vivido cada sensación, cada entusiasmo, cada admiración de estos lugares privilegiados a través de la fuerza expresiva de tu relato. Es maravilloso sentir la cantidad de sensaciones increíbles que la naturaleza nos ofrece, sólo hay que detener el tiempo y pararse a observar ... ¡y escuchar!
ResponderEliminarGenial, Laura !!!
Besos !!!
Coincido contigo Atenea. No nos paramos lo suficiente en las pequeñas cosas, en los instantes, en los momentos privilegiados que la naturaleza nos ofrece. A veces, una simple araña tejiendo su tela...es un momento irrepetible.
EliminarGracias por tu entusiasmo en el comentario, me transmites positividad.
Un beso.
Hacia allí me voy, Laura.
ResponderEliminarSerá un placer verte surcando las letras de la Nave.
Un abrazo,
Gracias Pedro, gracias por ir hacia la nave, aunque mi crónica no contenga el dramatismo de un ...¡naufragio! ¡já, já! ¡gracias a dios!.
EliminarUn abrazo para tí y un beso.
De allí vengo,amiga
ResponderEliminarYa te lo he dicho es una crónica propia de una buena periodista viajera...
Besicos salados
Besos Cabopá...muchas gracias por tus comentarios. ¿Como son ese par de islas que hay en el Mar Menor...? en Google parecen muy chulas...
EliminarUn abrazo menos caluroso que los días anteriores (el termómetro ha bajado ;) ).
Me encantó tu relato, a pesar del frío sudamericano me sentí muy a gusto en tu viaje bordeando calas y acantilados.
ResponderEliminarUn abrazo.
Nunca viene mal un descansito del frío a mitad del invierno. Me alegro que te haya gustado, Moli.
EliminarUn abrazo.
Ya lo leí y vengo. Yo, que soy de secano secano secano, me dicen que olas de un metro y me ahogo en la cocacola.
ResponderEliminarPor eso... qué valientes y qué experiencia. Gtacias por compartirla
Ja,ja...Luisa... entonces no vengas por Zarautz y aledaños, porque allí las olas que rompen son bestiales. Te ahogarías sólo por verlas. ;)
EliminarGracias por el comentario, puede que después de leer a Ana Crespo ...más que valientes ...fuéramos unos perfectos imprudentes.
Besos desde mi tierra.
¡Enhorabuena por subirte a la Nave! no recuerdo si te lo dije.
ResponderEliminarY sí, como te comenté conozco aquello, pero muchos de mis viajes eran por trabajo. Aunque que quieres ya que en tu respuesta anterior has nombrado Zarautz, me quedo con ese mar, el Cantabrico. Allí vivi al ladito de la playa y recuerdo muchos paseos camino de Guetaria.
Besitos
Gracias Ely ;), ¡qué suerte visitar esa islita por trabajo...!.
EliminarTienes razón, Zarautz está fenomenal, pero el agua más fría y sus banderas bi-color (amarilla - roja) muchas veces....ummmhhhh, hace que tenga que admirar ese mar azul turquesa tranquilo y sosegado, "aparentemente" sin peligro.
Un beso desde la Nave.
Los piragüistas no sabían que sois chicos/as del norte, del mar Cantábrico por tanto, estáis acostumbrados a las olas de 1 metro... Una historia agradable y de buena lectura.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias Esilleviana. Acostumbrados a olas de un metro : sí, pero dirigiendo un pequeño bote a motor ...ummmhhh ...pues no. Me alegro de que la lectura te haya resultado agradable. ;)
EliminarUn besote.
Laura, ¡Enhorabuena por escribir una crónica de aventuras y también por la publicación en la Nave de los Locos".
ResponderEliminarBesos.
Gracias Nicolás, pero que conste que la aventura es verídica ¡no he inventado nada!. Vaaaleeee que tampoco es para tanto, ;).
EliminarUn abrazo.