Cienmanos. Ultimo capítulo.

El capítulo número TREINTA y OCHO de la Micronovela Cienmanos fue publicado, a manos de :

>> La escritora, Ana Vidal Pérez de la Ossa
                       http://relatosdeandarporcasa.blogspot.com/

>> La ilustradora, Marta Roca
                     
   

Ana Vidal Pérez de la Ossa,  es más conocida en el mundo blogger por Anita Dinamita. Su primera entrada data en su blog  el 7 de junio del 2010. Dos años de andadura en los que dedicada a sus Relatos de Andar por Casa, ha escrito más de 270 veces, sobre todo microrrelatos de vida, de amor, de microjustas, indignados, viajeros...su lista es tan extensa que me resulta imposible resumir en pocas palabras el espectro literario de su pluma.
Tenía apuntado para reseñar esta entrada, acudir al Diario de Incontinencia de Adivín Serafín, porque Anita, junto con Pedro Negreira fueron invitados para contar de dónde y cómo nacen sus micros, hace poco más de un año. Pero ahora el Diario de Adivín, únicamente admite lectores invitados. Anita tiene un carácter generoso; más de una vez ha recolectado micros del resto para hacer un comprendio con ellos, o ha iniciado aventuras en la red, como la difusión del libro Libertad de Pablo Gonz, un viaje que se inicia de mano en mano, leyendo y comentando a través de 31 personas que desean leerlo, en papel.  Anita ama una isla : La Palma, es explosiva como la mismísima dinamita, la encontraréis en millones de sitios, y es la encargada de cerrar hoy  una micronovela que se inició hace 38 semanas, que no ha respetado fiestas, ni domingos de guardar. Desde estas palabras : un gran abrazo para tí por la difícil misión que has tenido en tus manos y que de forma tan magistral has sabido terminar.

Ana Vidal ha colocado el tiempo en su lugar. Ha hecho girar las manecillas para devolver a su espacio temporal  correcto  a cada uno de los protagonistas, y ha utilizado un recurso literario muy conocido llamado "armario" :).  Efectivamente, el armario del viejo teatro le ha servido de catapulta para que Bruno y Sebastián aparezcan sentados en un banco de la Plaza Mayor de Valladolid,  Victor Tim regrese a sus probetas, Paula a su despacho de investigadora, Melquíades se transforme en gato, y el payaso Kum* se quede en el teatro de las mil maravillas taponando una grieta del tiempo que nos ha tenido locos a lo largo de muchas semanas.

Paula se lleva consigo un regalo en su vientre, el que Sebastián y ella recordarán siempre como el fruto indiscutible de una aventura que fue real, que existió, y que más adelante, quedará inmortalizada en las páginas de un escritor desconocido llamado Hank.

Ana Vidal no olvida la gran bola del viejo, y la hace implosionar a mitad de capítulo para perfumar con aromas a papel quemado una última página que, escrita de su puño y letra, tiene el sabor del trabajo de 38 escritores y 38 ilustradores que colaboraron en hacer realidad este espacio de CIENMANOS.

A sus palabras acompaña la ilustración de Marta Roca. Una imágen perfecta también, para despedir esta micronovela. En el armario que dibuja Marta, se introduce un gato negro mientras cientos de estorninos sobrevuelan el cielo. Justo en el centro de la imágen pende un reloj de bolsillo en relieves blancos. La ausencia de los personajes nos invita a pensar que ya se han marchado, que ya se han evaporado en el punto final de esta última estación. No queda nada, a lo sumo, una puerta que se cierra a la espera de que personas como Purificación Menaya y cuantos han hecho posible este reto, reabran la puerta de otro armario, de un trastero o de una cabaña en mitad del desierto para sembrar una semilla que se multiplique y se expanda como lo hizo esta micronovela, hoy por fin : convertida en Macro-novela.

Felicidades a Ana Vidal y a Marta Roca

desde mis palabras


Por mi parte, me despido de todos vosotros, 
¡hasta la próxima!.


Ha sido un placer conoceros y reseñaros,
y sois muchos los que me habéis dado las
gracias por diferentes medios.
Algunos me decíais que os habéis 
sentido importantes o inmensamente felices.


Soy yo, las que os agradece sinceramente,
que os hayáis acercado a leer una entrada dominical que
no era fácil - por la hora, por el día - 
y por la excelencia de muchos de los capítulos que escribisteis
e ilustrasteis.


Un beso para todos vosotros.
Laura.