Cadena Ser. Relatos en Cadena. Semana 26 (+micro)

Hago eco del ganador y finalistas de la semana  26 de Relatos en Cadena.
FRASE : Cuando, como cada tarde, regrese su padre.

Ganador del 24/5, semana  26  (Recibieron  ¿?  microrrelatos)

Autor: Xavier Blanco Luque Patio interior Cuando, como cada tarde, regrese su padre a casa, Pedro estará escondido en el armario. El portero aprovechará para tirar la basura; la vieja del ático bajará a comprar ese paquete de sal que siempre falta en el momento más inoportuno. Algunos vecinos subirán el volumen del televisor. María preguntará por qué la mamá de Pedro llora todos los días. A esa hora estaré liada con la cena y no será posible responder. La cogeré en brazos, cerraré la ventana de la cocina y pondré en marcha el extractor: no soporto ese olor a pescado del patio interior, y además, el pollo rebozado siempre humea demasiado. Puede que si muchos de los que hoy nos congregamos en esta entrada, nos dieran "Patio Interior" para leerlo sin saber el autor : ninguno acertáramos su autoría.  Pero hay en él un aura intimista de la vida misma, de lo diario, de las "rutinas", de esa carpa en la que cada uno de nosotros (como Pedro, el portero, la viejecita del ático, los vecinos, María...) nos despojamos de nuestro traje de arlequín para vivir lo cotidiano.  Evidentemente es el CIRCO de la vida, una temática en la que el ganador de hoy : Xavier Blanco es un especialista.  Desde mis palabras : ¡¡Felicidades Xavier!! Caleidoscopio

Fueron finalistas :

Autor:        David Botija Ibáñez  con   Todo bien
Autor:        Pepi Montero López   con Ojos que no ven la realidad

Podcast del audio del programa 

Plazo para el envío : hasta el domingo 3 de junio (a las 12:00 del mediodía, hora peninsular). El microcuento de 100 palabras que escribas debe comenzar con la siguiente frase:

Además, el pollo rebozado siempre humea demasiado

http://www.escueladeescritores.com/concurso-cadena-ser#participar

Os dejo un micro  que envié, para esta semana: 

Puentes de felicidad

Cuando, como cada tarde, regrese su padre, ella ya no estará. Habrá salido volando vestida con su traje de chaqueta azul. Con el sol de austro la madre regresará del puente aéreo, pero él  ya se habrá marchado. Y así todos los días, el pequeño alternará sus risas primero con uno y luego con el otro, como en un péndulo de felicidad disonante. Mientras ella acaricia con sus manos el cielo, su padre permanecerá con los pies en la tierra, haciendo oídos sordos a las risas del capitán: en ese instante ella le estará sirviendo en bandeja un trozo de su corazón.