Exterminio
Y nada más existió hasta
el próximo tren que venía cargado con nuevas
mercancías. El mundo se le cayó encima al cruzar la
alambrada, el aire mortecino se respiraba en la fila, las miradas
perdidas no encontraban horizonte donde mirar, la separación
de sus ancianos padres le produjo dolor, la distancia cada vez más
amplia con la otra fila le impedía ver el pañuelo en
la cabeza de su mujer amada, el llanto de los niños le calaba
los huesos. El siguiente tren llegó tres semanas más
tarde. Sólo entonces se sintió fuerte para consolar a
los recién llegados.
Presentado en el Concurso de la Cadena SER / Semana 6 ,
junto a "Vida de Perros"
Frase inicio de Semana 7 : "Muerto pero mío".
Presentado en el Concurso de la Cadena SER / Semana 6 ,
junto a "Vida de Perros"
Frase inicio de Semana 7 : "Muerto pero mío".
Un recuerdo lamentable de una época negra...
ResponderEliminarReconozco las primeras palabras para los relatos de la cadena ser.
Ahí seguimos intentandolo.
Recibe mis saludos.
¡Claro que sí Anna!, no desistiremos en nuestro intento y el día que nos llamen diremos eso de ¿ por favor, por favor, me dejan leer los cuatrocientos anteriores ? , ja,ja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Un texto que retrata uno de los grandes horrores que ha cometido cierta parte de la humanidad.
ResponderEliminarBesos.
HD
Laura, de los peores episodios que ha vivido la humanidad en toda su historia. Es un relato que refleja muy bien esa barbarie.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias Humberto y Nicolás. Mañana espero publicar el detonante inspirador de este micro y puede que no os sorprenda o ... ¡¡ puede que sí!!.
ResponderEliminarUn saludo.
¿Tiene algo que ver con el niño con el pijama de rayas?
ResponderEliminarMe gusta, .... a pesar de la dureza de lo que cuenta.
Bienvenido al blog, Javierete. No, no tiene que ver con ese libro porque mi protagonista es un hombre, y no un niño.
ResponderEliminarTe agradezco el interés por intentar averiguar de quién se trata ... pero habrás de tener paciencia hasta mañana.
Un abrazo.
Que bien descrito ese horror de llegar, esa tristeza, ese desamparo, hasta que llegan otros con el mismo horror del principio.
ResponderEliminarUn abrazo, Laura.
Hola Miguel Angel, sí tienes razón ...pero curiosamente cuando llegan otros con su mismo destino encuentra las fuerzas para hacer algo que valía la pena : consolarles.
ResponderEliminarOtro abrazo.
Un texto que me hace recordar una negra parte de la historia de la humanidad. Buen intento, Laura.
ResponderEliminarBesitos
Buenos días Elysa,
ResponderEliminargracias por tu comentario.
Un beso.
En 100 palabras el grito por 6 millones de muertos.
ResponderEliminarMuchas gracias por visitarme Francisco, espero que te haya gustado un poquito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me gusta tu relato, porque, en un marco tan aterrador, se intuye muy bien cómo en situaciones extremas un individuo se arma de valor y de sentido de supervivencia. Entre su llegada al campo de concentración y la del siguiente tren, se produce este salto que dejas bien perfilado. Enhorabuena. Besos
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